jueves, 1 de mayo de 2025

«Phraséologie Latine», de C. Meissner o un preclaro vademécum latino.

 

La admiración incesante hacia una lengua perfecta.

         

          S.D.P. (Salutem dicit plurimam!), dilectos intelectores, aunque muchos de vosotros hayáis leído esas iniciales de salutación en otro orden (S.P.D), pero conviene saber que son múltiples las formulaciones como es plural el ordo verborum.

Está comprobado: cuanto más se ignora de una materia, cualquier brizna de conocimiento que se adquiera sobre ella brilla como una galaxia en el vasto cielo de nuestra indigencia cultural. Eso me pasa con el latín, una lengua a la que he sido afecto desde adolescente, cuando la escogí frente a la abstrusa química —una materia en la que solo entré cuando leí, con la enciclopedia al lado, y sorprendentemente pronto, respecto de su fecha de edición, El azar y la necesidad, de Monod—, en el bachillerato. El hechizo de las etimologías, el deslumbramiento de los cultismos, el contacto con la lengua madre de la que procede el mayor caudal léxico del castellano me cautivó de tal manera que siempre he vivido muy próximo a su belleza, pero sin decidirme a entrar nunca a fondo en su conocimiento, aunque he leído gramáticas y diccionarios, como el clásico de Alfonso de Palencia: Vocabulario universal en latín y en romance, el primero editado en España, antes del más conocido de Nebrija: Diccionario latino-español, no menos ameno e instructivo. Mi relación con el diccionario escolar latino-español de Vox entra en el campo específico de las «memorias», porque vi hasta la saciedad las ilustraciones sobre la vida y la cultura romana  que amenizaban la seriedad de su contenido, y aún recuerdo muchos de aquellos dibujos que tanto impresionaron mi imaginación adolescente, del mismo modo que, de niño, me marcaron las ilustraciones sobre los godos, con sus largas cabelleras y sus túnicas, solo comparables en mi realidad de entonces a las sotanas de los curas, tan connotadas, ¡ay!, de asexualidad, cuya calidad de añagaza no tarde en conocer. Recuerdo, además, mi primer neologismo, para el stadium donde nos reuníamos los condiscípulos a jugar al balompié después de las clases: *Transcárrea, porque habíamos de pasar del lado de Moncloa a la zona de la Universidad, en uno de cuyos amplios espacios nos ejercitábamos en el noble arte de pensar con los pies.

          Al expulsar el latín de los estudios de bachillerato en mi último centro, la titular de departamento me invitó a quedarme con algunos libros antes de que fueran preceptivamente tirados al contenedor, como así sucedió. Entre ellos estaba esta Phraséologie Latine, de Carl Meissner, traducido al francés por Charlas Pascal y perfectamente descrita por su traductor al inglés, Henry William Auden(1867-1940), quien en su prefacio nos advierte de que un libro de frases deber ser, idealmente, recopilado por el mismo alumno y que debe ser producto de su propia observación personal. Sin embargo, asegura que cualquier cosa que le ayude al estudiante a tener alguna noticia del latín en un corto período de tiempo no debe considerarse como algo inútil. En la última parte de su prefacio nos dice que el libro de Meissner no involucra «principios novedosos y poco probados» y aduce como testigo el éxito obtenido en Alemania por la  Lateinische Phraseologie, que para ese entonces contaba ya con seis ediciones.

          El libro es un vademécum de expresiones latinas destinadas a familiarizar a los estudiantes con frases originales propias de los contextos más habituales de la vida romana. El autor, Meissner, las clasifica siguiendo estos ámbitos: 1. Mundo y naturaleza. 2. Espacio y tiempo. 3. El cuerpo humano y sus partes. 4. Características del cuerpo humano. 5. Circunstancias y condiciones de la vida humana. 6. El alma y sus funciones. 7. Conocimientos y artes. 8. Habla y escritura. 9. Situaciones relacionadas con el alma. 10. Vicios y virtudes. 11. Religión y culto. 12. Vida doméstica. 13. Comercio. 14. El estado. 15. Derecho y corte. 16. Guerra y ejército. 17. Navegación. Y los principales autores de quienes toma esas frases son: Cicerón, César, Salustio, Cornelio Nepote, Tito Livio, Quinto Curcio, Justino, Tácito. Plauto, Terencio, Virgilio, Horacio y Ovidio.

          Al final de esta recensión he copiado mi selección, la que, a mi parecer, incluye las frases que tienen la condición de utilizables en nuestra vida cotidiana sin parecer, quienes las usen, redomados pedantes o exquisitos elitistas. La jurisprudencia es terreno abonado para el uso de latinismos, con un sentido técnico, dado que, durante muchos siglos, el derecho romano fue la fuente privilegiada de nuestro Derecho; pero mi lectura de la Phraséologie ha intentado buscar frases que se añadan al uso cotidiano sin excesiva violencia lingüística, por lo que quedan desterradas formulaciones que exijan, no hay más que leerlas, un dominio del latín que ya no está, me parece, ni al alcance de los miembros de la Iglesia católica. Cuantos dominadores hay del latín en nuestro pais han recibido buena parte de su educación en los seminarios religiosos, de donde no pocos han salido con los traumas correspondientes, y algunos como víctimas de viles agresiones sexuales.

          Se consideró seriamente la posibilidad de «recuperar» el latín como lengua de la Unión Europea, pero se prefirió el nacionalismo mal entendido de las traducciones infinitas a la comunicación directa, aunque, propiamente, es el inglés el latín de nuestro tiempo, salvando infinitas distancias, claro está. Mi acendrado amor al latín, que no descansa, ha hallado un infinito placer en la lectura de este vademécum, salpicado de valiosas notas léxicas que aportan distinciones en el uso de las palabras en función de si pertenecen a la época clásica o al periodo de la decadencia del Imperio, cuando empiezan a surgir las lenguas romances europeas.

          Vamos allá con el comentario de algunas bellezas rescatadas: Vocis imago: «El eco», e ipso facto la cita de rigor: Cicerón: Gloria virtuti resonat tanquam imago: «La gloria es como el eco de la virtud», que añadir a las imaginarias vigas de nuestro estudio... ¿Cabe manera más poética de referirse al «eco» que esa latina de vocis imago? Sol urit, «el sol pica», que me parece una expresión más bellamente descriptiva del ardoroso cometido solar que nuestro «pica» tradicional. In directum viene a sustituir a ese vulgarismo del «todo tieso» con que indicamos a alguien que no se aparte de la línea recta… Al famoso Dicebamus hesterna die de Fray Luis de León, tras salir de la cárcel y reintegrarse a su cátedra, pues eso dijo, y no nuestra traducción al castellano: «Decíamos ayer»…, el libro nos ofrece un surtido curioso para referirnos a los días cercanos: Dies hesternus: «Ayer». Dies hodiernus: «Hoy». Dies crastinus: «Mañana». Dies perendinus: «Pasado mañana». Una serie de la que a mi me choca ese perendinus, de origen griego, πέραν, «más allá», que bien puede relacionarse, no sé si demasiado imaginativamente, con nuestro «perengano», entendiéndolo, acaso, como un «más allá de ‘mengano’», que sería el concepto base sobre el que se formularia. En cualquier caso, cuesta más retener una fórmula habitual en nuestras conversaciones: Fortasse cras, summum perendie: «Mañana o, lo más tarde, pasado mañana».

          Pedibus captus: «Estar paralizado» y vultum fingere: «Poner cara de circunstancias» son dos expresiones que se delatan a sí mismas y que, en el primer caso, tanto se parece al mente captus que ha dado en castellano nuestro expresivo «mentecato», por lo que no sería desechable que, andando el tiempo, de aclimatarse en nuestra lengua acabara creándose un *pedicapto susceptible de ser recogido por la RAE. Otra par de expresiones llamativas son: Siti cruciari: «Estar sediento» y Lacrimis obortis: «Llorar fácilmente», porque se trata de una sed que nos clava en la cruz, y con ese cruciari se relaciona nuestro «crucial», como «momento crítico», y porque las lágrimas siempre nos «brotan», y de ahí el oborior original.

          En el amenísimo recorrido de las páginas del vademécum, hay muchos datos que precisan usos y significados, como es el caso de Valetudo, que es voz media e indica una manera de ser, un estado de salud; por lo que es necesario añadir un adjetivo que indique la buena o mala salud: Bona valetudine. Sanitas, por su parte indica la buena salud del alma, la razón. Igualmente, nunca veremos ocassio opportuna, bona o pulchra, porque ocassio contiene ya la idea de «favorable»; aunque sí puede decirse, sin embargo: ocassio praeclara, ampla o tanta. Y sí, ¡qué estupendo sería que pudiésemos usar frecuentemente Ocassio datur: «Presentarse una feliz ocasión». Con el concepto de «daño» ocurre algo parecido a lo anterior, en cuanto a la precisión de su significado y diversidad lexica: Damnum se emplea para el daño del que uno es responsable; detrimentum, para el daño que infligen los otros; fraus es el daño que resulta del engaño; jactura, el sacrificio voluntario de algo precioso para evitar un daño, y homo noxius es el malhechor. Y de este último emerge, como quintaesencia de la latinidad la propensión a la sentencia, como esta de Séneca: Bonis nocet qui malis parcet, «Perjudica a los buenos quien beneficia a los malos».

          Haber divido las expresiones por ámbitos de la actividad humana, permite, por ejemplo, especialmente para quienes padecen trastornos del sueño, ver juntas algunas expresiones que bien podemos retener por la asiduidad de uso que exigen: Cubitum ire: «Acostarse». Somnum capere non posse: «No poder conciliar el sueño». Sopitum ese: «Quedarse frito». In lucem dormire: «Dormir hasta que amanezca». La primera nos remite, con algo de imaginación traslaticia, al «cubil» de las fieras; la segunda es una queja constante de los insomnes; la tercera, la expresión de un ideal  y la cuarta, una aspiración incumplida, porque, por lo general, los insomnes tenemos la primera levantada hacia las tres o tres y media de la madrugada. In infimo monte podríamos decir, «al pie de la montaña», del sueño que deseamos alto y rotundo…Y llama la atención, aunque esto ya lo sabíamos los insomnes, por nuestra dedicación al trabajo en esas horas intempestivas, que Lucubrare, signifique «Trabajar por la noche», aunque es frecuente el pleonasmo: «me pasé la noche elucubrando…».

          Hay expresiones muy propias de la conversación que, sin excesivo rigor expresivo formal, bien pudieran sumarse a nuestros usos, como Pro tempore et pro re: «Según el tiempo y las circunstancias»;  Ceteris rebus (non cetera —aclara Meissner, siempre tan puntilloso—): «Por lo demás…»;  la muy socorrida: In te omnia sunt: «Todo depende de ti» o las algo más elaboradas:  Ut mea fert opinio: «En mi opinión, a mi parecer»; A vero aversum ese: «Ser ciego a la verdad», y Vera cum falsis confundere: «Confundir lo verdadero y lo falso». Y al respecto de la última, ahí está Meissner marcando otra diferencia léxica importante: Verum es la verdad, como término concreto. Veritas, la verdad, como término abstracto. A medio camino entre ambas, podemos extender el número de usos coloquiales a las siguientes: Sine dubio: «Sin duda»; Sine ulla dubitatione: «Sin duda alguna; sin el más mínimo escrúpulo»; la defensa frecuente que hacemos de que no se nos tome por tontos: Non sum ignarus: «Lo sé perfectamente»; la apelación a lo irrefragable de los hechos: Inter omnes constat: «Es un hecho reconocido» o la exhibición de saber lo que se sabe, que tanto se toma, a veces, como un desafío al interlocutor: Ex animi mei sententiae: «Estoy íntimamente convencido de que…», y la muy llamativa: Per aequa, per iniqua: «Por todos los medios», que tanto recuerda al «por fas o por nefas». Pero la estrella de estos usos coloquiales es, sine dubio, esta: Ab ovo usque ad mala: «De cabo a rabo» o «de principio a fin», porque este extraño proverbio latino, literalmente «desde el huevo a la manzana», hace referencia a la costumbre romana de empezar las comidas con huevos y terminar con manzanas u otras frutas, lo cual siempre da pie a insertar eta explicación tras el uso del proverbio ¡y tan ricamente que se queda! Ahora bien, si se quiere remachar esa imagen de persona enterada en el intríngulis de los latinismos, cabe añadir esta última maravilla: Ab acia et acu mi omnia exposuit: «Contar con pelos y señales», que es uso muy recurrente cuando se dialoga sobre lo que contamos o se nos cuenta. Se ha de consultar el diccionario para saber que acia et acu significa con hilo y aguja, eso tan nuestro del «pegar la hebra» ¡o la maroma!, según quiénes…

          Antes mencionaba la tendencia a formar sentencias, tan propia de una lengua sintética, como es el latín, que expresa las ideas en muy pocas palabras: bis dat, qui cito dat, «quien da primero da dos veces», aunque esta, por ejemplo, no aparece en el vademécum de Meissner; pero sí estas otras que, siendo muy comunes, conviene conocer en su formulación original: Fortuna ánimos occaecat: La felicidad te ciega». Ludibrium fortunae: [ser] «Juguete de la Fortuna». El proverbium tritum: «proverbio manido»: Calamitate doctus: «La adversidad te enseña». Las no menos usadas: Usus magister Optimus: «La practica es el mejor maestro» y, sobre todo la terrible, pero cierta: Multa acerba expertus est: «Experto en experiencias dolorosas». Otras formulaciones apelan a una tradición que ha formado lo que conocemos como cultura occidental, como esta apelación a las fábulas de Esopo, por ejemplo: Vulpes pilum mutat, non mores: «El zorro cambia de pelo, no de costumbres»; o esta otra a uno de los grandes hombres de nuestra tradición cultural: Sócrates, a quien, probado o no, tantas sentencias se le atribuyen como argumento de autoridad: Qualis homo ipse esset, talem esse ejus orationem: «Según es el hombre, así es su discurso». El libre arbitrio también tiene su encaje en esta tradición cultural: Suae quisque fortunae faber est: «Cada cual labra su fortuna». Y cierro con un lugar común debelado: Si pace frui volumus, bellum gerendum est: «Si se quiere la paz, se ha de hacer la guerra», porque, según Meissner, la frase tan citada: si vis pacem, para bellum, no pertenece a la latinidad clásica.

          Dicho todo lo cual, me retiro, porque el trabajo me llama: Librum mihi est in manibus

 

 Expresiones

In infimo monte:                             Al pie de la montaña

Flumen super ripas effunditur:        El río desbordado

Ventus ignem distulit:                     El viento dispersa las llamas, propaga el incendio.

Orbis lacteus.                                 La vía láctea.

Vocis imago.                                   El eco

[Cicerón: Gloria virtuti resonat tanquam imago. La gloria es como el eco de la virtud.]

Sol urit.                                            El sol pica.

[Cicerón: Fulmen verborum y Fulmina eloquentiae: Rasgos de elocuencia. Fulmina fortunae: Revés de la fortuna]

A mille passibus.                           A mil pasos de distancia

[Coloquial: proverbium tritum. Proverbio manido.]

Rus excurrere.                               Salida al campo.

Calcaribus equum concitare.         Espolear al caballo.

In directum.                                    En línea recta.

Quo tendis?                                  ¿Adónde vas?

In profundum dejici.                      Precipitarse al abismo.

Humi procumbere.                        Caer al suelo.

Aliquid in postem differre.             Posponer.

Iterum et saepius; etiam atque etiam.   Más de una vez, repetidas veces.

Biduo serius.                                 Dos días después.

Dies hesternus.                              Ayer.

Dies hodiernus.                             Hoy.

Dies crastinus.                              Mañana.

Dies perendinus.                            Pasado mañana.

Fortasse cras, summum perendie.  Mañana o, lo más tarde, pasado mañana.

Liber est in manibus.                      El libro está en manos de todo el mundo.  

Oculos circumferre.                         Mirar alrededor.  

Tenebras offundere judicibus.        Cegar a los jueces.

Pedibus captus.                              Estar paralizado.

Vultum fingere.                               Poner cara de circunstancias.

In lucem edi.                                   Ver la luz del día. Nacer.      

Sexus (non genus) virilis.                Sexo masculino.

Sexus muliebris.                            Sexo femenino.

Aetas corroborota (non virilis).          La edad madura.

Siti cruciari.                                  Estar sediento.

Lacrimis obortis.                           Llorar fácilmente.

[Valetudo es voz media e indica una manera de ser, un estado de salud; por lo que es necesario añadir un adjetivo que indique la buena o mala salud: Bona valetudine. Sanitas, por su parte indica la buena salud del alma, la razón.]

Mente captum ese.                          Loco.

Cubitum ire.                                 Acostarse.

Somnum capere non posse.          No poder conciliar el sueño.

Sopitum esse.                                 Quedarse frito.

In lucem dormire.                           Dormir hasta que amanezca.

Se ipsum vita privare.                     Suicidarse.

Pro tempore et pro re.                     Según el tiempo y las circunstancias.

Ceteris rebus (non cetera).              Por lo demás…

In te omnia sunt.                              Todo depende de ti.

Ocassio datur.                                 Presentarse una feliz ocasión.

[Nunca ocassio opportuna, bona, pulchra. Ocassio contiene ya la idea de «favorable». Sí puede decirse, sin embargo: ocassio praeclara, ampla o tanta.]

Fortuna ánimos occaecat.                 La felicidad te ciega.

Ludibrium fortunae.                          Juguete de la Fortuna.

Calamitate doctus.                             La adversidad te enseña.

[En latín la imagen no existe sino en el verbo: amicitiam jungere, «forjar los lazos de la amistad»; religionem labefactare, «derribar el edificio de la religión»; libido consedit, «amainar la tormenta de la pasión».]

Ex usu ese.                                        Ser útil

Cui bono?                                        ¿A quién beneficia?

Damnum facere.                               Causar un daño.

[Damnum se emplea para el daño del que uno es responsable; detrimentum, para el daño que infligen los otros; fraus es el daño que resulta del engaño; jactura, el sacrificio voluntario de algo precioso para evitar un daño. Y homo noxius, el malhechor.]

Bonis nocet qui malis parcet, «Perjudica a los buenos quien beneficia a los malos» (Lucio Anneo Séneca)

Gratiam mereri.                            Merecer reconocimiento.

Nullo meo merito.                          No es mérito mío.

In ore omnium.                              Estar en boca de todo el mundo.

In ora vulgi abire.                          Que no se hable de otra cosa.

Lucubrare.                                     Trabajar por la noche.

Patiens laboris.                              Capaz de soportar el trabajo.

Fugiens laboris.                             Enemigo del trabajo.

[Nervi, propiamente, son los tendones, los músculos, y no los nervios, que los antiguos no conocían. En sentido figurado nervi no es solo la fuerza, en general, sino la energía, la fuerza vital.] 

In otio vivere.                                Vivir ocioso.

Mentis quasi luminibus officere.   Oscurecer las luces de la inteligencia.

Ad summum perducere.                   Llevar algo a la perfección.

Cogitatione, non re.                        Pensamientos, no cosas.

Intelligentiae adumbratae.              Ideas vagas, indecisas.

[Adumbrare es un término técnico de la pintura: «hacer un esbozo», de donde, figuradamente, se ha de entender: «solo indicar algo, grosso modo».]

Traducere aliquem ad suam sententiam. Opinar con anterioridad lo mismo que otro.

Sententiam fronte celare.                         Enmascarar un pensamiento.

Ut mea fert opinio.                                  En mi opinión, a mi parecer.

A vero aversum esse.                              Ser ciego a la verdad.

Vera cum falsis confundere.                   Confundir lo verdadero y lo falso.

[Verum es la verdad, un término concreto. Veritas, la verdad, un término abstracto.]

Sine dubio.                                            Sin duda.

Sine ulla dubitatione.                            Sin duda alguna; sin el más mínimo escrúpulo.

Non sum ignarus.                                  Lo sé perfectamente.

Inter omnes constat.                              Es un hecho reconocido.

Ex animi mei sententiae.                       Estoy íntimamente convencido de que…

Incertus sum quid consilii capiam.      No sé qué partido coger.

De industria.                                        Expresamente, adrede.

Ad id ipsum.                                        Con esa finalidad.

Sine mora interposita.                        Sin retraso.

Memoria labi.                                     Fallar la memoria.

[Hay que distinguir entre memoria mandare, «grabar algo en la memoria» y ediscere, aprender de coro.]

Ex memoria.                                       De memoria.

Usus magister optimus.                     La practica es el mejor maestro.

Usus me docuit.                                La experiencia me enseña.

Multa acerba expertus est.               Experto en experiencias dolorosas.

Usu praeditum ese.                          Tener experiencia.

[En el ejemplo anterior no puede ser usado Experientia, porque en a prosa clásica significa «ensayo, prueba».]

Homines litterarum studiosi.            Hombres de letras.

Litteras colere.                                 Cultivar las letras.  

Omne otiosum tempus in litteris consumere.   Consagrarse al studio.

Vir omni doctrina eruditus.              Hombre de extensa cultura.

Bene latine doctus.                           Buen latinista.

Crassa Minerva.                              Un zote.

Vir mali exemple.                             Modelo de perversidad.

Homo in dialecticis versatissimus.   Dialéctico consumado.

Conclusiuncula fallax.                     Sofisma.

In nullam partem disputare.             Abstenerse de tomar partido.

In controversiam cadere.                  Litigar.

Res confecta est.                               Debate zanjado.

Res ipsa docet.                                  La misma cosa lo muestra.

Re cocinere, verbis discrepare.        De acuerdo en el fondo, no en la forma.

In omni re vincit imitationem veritas. En todo, la naturaleza supera a la imitación.

[Veritas no significa solamente «verdadero (frente a «falso», «mendaz»), sino «real» (frente a «imitación» u «opinión»).]

Artis peritus.                                     Conocedor.

[Intellegens (o peritus) frente a Idiota, que vale profano, no iniciado.]

Acroama modi.                                  Un virtuoso (del canto o de la narración…).

[Acroama es palabra de origen griego y se aplica, sobre todo, a la música.]

[Statuae no se usa para las estatuas de los dioses, sino signum o simulacrum.]

Diverbium.                                        El diálogo.

Ars dicendi.                                       El arte de la palabra.

Oratio subita.                                    Discurso improvisado.

Oratio accurata e polita.                   Discurso pulcro.

Oratio inquinata.                               Discurso incorreto, estilísticamente.

[Inquinata, «incorrecta», se opone a impura, que significa «impúdica», obscena».]

Leviter tangere aliquid.                    Tocar algo superficialmente.

Nulla vox est ab eo audita.               No salir una palabra de sus labios.

Non habeo argumentum scribendi.   No tener nada que escribir.

Jucundu esse.                                      Estar de buen humor.

Sermo patrius.                                   La lengua materna.

Leges discendi.                               Las leyes gramaticales.

Si verba spectas.                            Considerando los términos.

Ordo verborum.                             El orden de las palabras.

Ut est in proverbio.                         Como dice el proverbio.

Index o Inscriptio libri.                   El título de un libro.

[Titulus significa  la inscripción de un monumento o de una tumba; el cartel que anuncia la venta o alquiler de una casa y un título honorario.]

Librum mihi est in manibus.            Trabajar en un libro.

Extrema manus accredit operi.         Darle la última mano a algo.

Legentes, ii qui legunt.                     Los lectores.

[No lector,  que se refiere a quien tiene la profesión de lector.]

In sinu gaudere.                                Regocijarse para sí.

Fortuna mea me paenitet.                No estoy satisfecho de mi suerte.

Alacri et erecto animo esse.             Ser de una bravura enérgica.

Animi cadunt.                                   Ser pusilánime.

Non esse apud se.                             No ser dueño de sí.

Desperare sui rebus.                         Desesperar de la situación.

Omne humanitatem ex animo exstirpare. Arrancar de sí todo sentimiento                                                             [humanitario.

Admirabilia (παράδοξα)                   Paradoja, bizarro, sorprendente.

Fiducia sui.                                       Confianza en sí mismo.

Fidem servare.                                  Ser fiel a la propia palabra.

Odium civium.                                  Reprobación pública.

O facinus indignum!                        ¡Qué indignidad!

Ira incensum esse.                           Inflamado de cólera.

Vita honesta.                                    Vida virtuosa.

Vita turpis.                                        Vida depravada.

Rectam vitae viam sequi.                  Llevar una vida honesta.

Sibi imperare.                                   Dominarse.

Modice ac sapienter.                        Con sabia moderación.

Homo bene (o male) moratus.         Hombre de costumbres honestas o depravadas.                                   

Certas rationes in agendo sequi.     Guiarse por sólidos principios.

Animo mobile esse.                         Ser de carácter impredecible.

Religionem labefactare.                   Dañar los fundamentos de la religión.

Deos placare.                                   Aplacar la cólera de los dioses.

Foras exire.                                     Salir de casa.

Domi se tenere.                               Guardarse de ser visto.

Diligens paterfamilias.                   Buen padre de familia.

Domo profugus.                               Apátrida.

Vestem mutare.                                 Vestir de duelo.

Cibus delicatus.                               Manjar exquisito.

Bene tibi!                                         ¡Por tu éxito!

Delicate et molliter vivere.              Vida de lujo y molicie.

Ab ovo usque ad mala.                   De cabo a rabo.

[El proverbio latino Ab ovo usque ad mala se traduce, literalmente, «Desde el huevo hasta las manzanas» y significa «de principio a fin», o «desde la primera fase hasta la última». Este proverbio hace referencia a la costumbre romana de empezar las comidas con huevos y terminar con manzanas u otras frutas.]

S.D.P. (Salutem dicit plurimam)      Saludar cordialmente (al comenzar la carta).

Here ex asse.                                Heredero universal.

[El as de la expresión anterior es considerado como un todo, como la totalidad de lo legado.]

In morem venire.                            Convertirse en un hábito.

Ex consuetudine mea.                     Según mi costumbre.

Pecunia jacet otiosa.                      Dinero improductivo.

Quincunx.                                       Interés del 5%.

Quincunces usurae.                        Interés del 5%.

Nullam habere rem publicam.        Vivir en la anarquía, sin Constitución.

Res civiles.                                      Cuestiones políticas.

Generis antiquitate florere.             Pertenecer a la vieja nobleza.

[El noble de nacimiento se llama nobilis in cunabilis.]

Salvis legibus.                               Respetando la ley.

Invidia dictatoria.                           El odio del dictador.

Aliquem sequi ruentem.                  Seguir a alguien hasta la ruina.

In neutris partibus esse.                  Ser neutral.

[Según Salustio: Existit ex rege dominus, ex optimatibus, ex populo turba et confusio: De la monarquía nace la tiranía; de la aristocracia las facciones, y de la democracia el desorden.]

Paucorum dominatio.                      Oligarquía.

Multitudinis imperium.                   Oclocracia (gobierno de las turbas).

Imperium populi.                             Democracia.

Homo florens in populari ratione.   Un caudillo demócrata.

Mundanus, mundi civis et incola.      Cosmopolita.

Plebis dux; vulgi turbator; civis turbulentus.   Demagogo.

Imperium singulare.                        Autocracia.

Potestas immoderata.                      Poder absoluto.

Sibi regios spiritus sumere.              Adquirir aires de tirano.

Civitate servitutem oppresam tenere.   Someter servilmente a la ciudad.

Ad libertatem conclamare.                Apelar a la libertad.

[De consulere aliquem, los legisladores reciben el nombre de juris o jure consulti, «juriconsulto».]

Cruciatus tormentorum.                   Sufrir tortura.

Adhuc sub judice lis est.                  El proceso está pendiente de resolución.

Capite damnare aliquem.                 Condenar a la pena de muerte.

Ad nomen no respondere.                 No responder a la llamada.

Rude donatum esse.                         Ser liberado del servicio militar.

[La expresión tiene su origen en la espada de madera, rudis, que recibían los gladiadores al conseguir su libertad.]

Vir fortissimus.                                 Un héroe.

Modestia.                                          Disciplina.

[Modestia es la cualidad de quien observa la medida (modum). Moralmente es, por lo tanto, el imperio sobre sí mismo, la moderación, la σωφροσύνη griega.]

Nudo corpore pugnare.                   Combatir sin armas.

Aries murum percutit.                    Atacar los muros con el ariete.

Res ad manus venit.                       Luchar cuerpo a cuerpo.

Terga dare hosti.                            Dar la espalda al enemigo. Huir.

Pacem orare.                                 Pedir la paz.

Ut ita dicam.                                  Por así decir.

Ab acia et acu mi omnia exposuit.     Contar con pelos y señales.

[acia et acu: literalmente, con hilo y aguja…]

Alba avis.                                    Mirlo blanco.

Per aequa, per iniqua.                 Por todos los medios.

Anguilla est: elabitur.                  Una anguila: se escurre de entre las manos.

In hac causa mihi aqua haeret.    Estar indeciso.

[Literalmente, el agua se detiene en la clepsidra…]

Sic itur ad astra.                           Así se llega a la gloria.

Vellunt tibi barbam lascivi pueri.  Faltarles los niños al respeto a los adultos.

Si pace frui volumus, bellum gerendum est. Si se quiere la paz, se ha de hacer la guerra.

[La frase tan citada: si vis pacem, para bellum, no pertenece a la latinidad clásica]

Ad calendas graecas.                       Pagar en las calendas griegas, es decir, jamás.

Caligare in sole.                             No querer ver la verdad.

Candida de nigris et de candentibus atra facere.  Engañar.

Fronte cavillata, post est occasio calva. La ocasión la pintan clava.

Non omnes qui habent citharam, sunt citharedi. El hábito no hace al monje.

Clavo clavum ejicere.                       Un clavo saca otro.

Vicistis cocleam tarditudine.            Ser más lento que un caracol.

Consuetudine quasi alteram naturam effici. El hábito es una segunda naturaleza.

Ne sutor supra crepidam.                 Zapatero a tus zapatos.

[El origen de la frase está en la censura de un zapatero a un cuadro de Apeles, quien corrigió lo sugerido. Cuando el zapatero, animado por su éxito, quiso sugerir correcciones en la pierna, Apeles lo limitó: «no más allá del calzado», que ha quedado como un proverbio.]

Nescit quod digitos habeat in manu.   No saber nada de nada.

Dictum factum.                                    Dicho y hecho.

Suae quisque fortunae faber est.        Cada cual labra su fortuna.

Fortes fortuna adjuvat.                       La fortuna ayuda a los audaces.

Vertere omne in fumum et cinerem.    Quedarse en nada.

Ex harena funem facere.                     Lo imposible. (Hacer una cuerda de arena).

Miserum istuc verbum «habuisse et nihil habere». Pobre palabra: «haber  tenido y no                                                                                                           [tener nada».

Ira furor brevis est.                         La ira es una locura breve.

Manus manum lavat.                     Una mano lava la otra.

Ligna ferre in silvam.                     Esfuerzo inútil.

Litigare cum ventis.                        Esfuerzo inútil.

Manus vobis do.                             Declararse vencido.

Mendace memorem esse oportet.   El mentiroso precisa buena memoria.

Nux cassa.                                     Algo sin valor.

Qualis homo ipse esset, talem esse ejus orationem. Según es el hombre, así es su                                                  [discurso. [Razonaba Sócrates]

Suus rex regina placet.                  Cada uno juzga según sus gustos.

Satis diu hoc jam saxum vorso.     Hace mucho que dura este trabajo de Sísifo.

Quod sursum est, deorsum faciunt.     Ponerlo todo patas arriba.

Suum cuique pulchrum est.            Estar contento con lo que uno hace.

Verba in ventos dare.                     Hablar sin destinatario.

Venter praecepta non audit.             El vientre hambriento no tiene orejas.

Vervecum in patria.                       En el país de los imbéciles.

Vivere militare est.                        La vida es pelear.

Vulpes pilum mutat, non mores.    El zorro cambia de pelo, no de costumbres.

Cuperem vultum viderem tuum, cum haec leges. Ver qué cara pones al leer esto.