tag:blogger.com,1999:blog-19755418.post3592181879126707985..comments2024-03-17T23:56:42.882+01:00Comments on Diario de un artista desencajado: El humor quintaesenciado de Noel Clarasó: “Diccionario humorístico”.Juan Pozhttp://www.blogger.com/profile/17503156474886831961noreply@blogger.comBlogger2125tag:blogger.com,1999:blog-19755418.post-56172988907395529862016-02-21T19:29:40.167+01:002016-02-21T19:29:40.167+01:00Seguro que tú eres bastante más cachondo de lo que...Seguro que tú eres bastante más cachondo de lo que fue Clarasó, un tipo al estilo de Buster Keaton. Ya he dejado dicho que el humor de Clarasó tiene sus más y sus menos, y que, "data", que es lo peor que le puede pasar al humor. Con todo, y hecho el reconocimiento a su fertilidad inventiva, que hay ingenio en muchos de los aforismos que extracto me parece evidente, por más, ya digo, que tengan esa rémora de la datación. Está en la línea de ese humor blanco, que decían, que bien puede parecernos ingenuo, pero en el que tiendo a ver una raíz lírica que me satisface. Lo que sí reconozco es que la "formulación" admite una mejora, porque se advierte ese aire de "a destajo" que imprimía a muchas de sus producciones. Al fin y al cabo, se trataba de un escritor que vivía de su pluma, con lo que eso significa. O lo que ha significado en casos como el de Cela, por ejemplo, con desniveles de calidad tan significativos. Fue su opción, no obstante. Y es posible que a mí me guste más lo que intuyo que podría haber llegado a hacer que lo propiamente hecho, pero esa visión futurista se apoya en lo hecho, claro está. Quizás ello explique mi benevolencia.Juan Pozhttps://www.blogger.com/profile/17503156474886831961noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-19755418.post-66826205671537614592016-02-19T19:25:47.255+01:002016-02-19T19:25:47.255+01:00¡Ay, Juan Poz y tu entusiasmo por los aforismos! L...¡Ay, Juan Poz y tu entusiasmo por los aforismos! Leo los de Noel Clarasó y no me producen ni media sonrisa, ni siquiera un cuarto. Puede que sea mi falta de humor congénita. Les falta ingenuidad, parecen dictados por un hombre que se cree en la cumbre de toda sabiduría para arrojarnos tan suculentas perlas a nuestra inteligencia. Pero no las capto. Me parecen levemente ingeniosas como esas espantosas greguerías de las que dice una que <i>la sartén es el espejo de los huevos fritos</i>. Pues bueno. Un tipo de ingenio ingenioso, valga la redundancia. Me sugieren pensamientos de <i>casal d'avis</i> enseñando desde la atalaya a la que se ha llegado sobre qué es la vida. Sopla en ellos el desencanto y un escepticismo castizo de caballero de la mano en el pecho. No me gusta este martirologio aforístico ni me gusta <b>Jardiel Poncela</b>. Lo que he leído de él me produce espasmos musculares. No le encuentro a esa escuela castellana del humor castizo ninguna gracia. Quevedo y Juan Ruiz son otra cosa, otra dimensión. Quevedo permite la lectura metafísica, no es un viejo nunca aunque llegara con su espada cansado de la carrera de la edad. Y Juan Ruiz es vitalismo absoluto, puro goce. Este Noel Clarasó transpira senectud por los poros y es un olor que está bien para las residencias de la tercera edad donde es inevitable. Pero a este lado del mar, los argonautas todavía creen en lo imposible. No se rinden a lo inevitable y se resisten a encapsular la sabiduría de la vida en hormas tranquilizadoras. No. <br /><br />Reconozco que a mis diecisiete años me reía muchísimo con Álvaro de Laiglesia. Tenía mala leche, algo que me resulta atractivo, o me lo resultaba. No creo que lo volviera a leer. <br /><br />Lo único válido son <i>Las memorias de un viejo indecente</i> de Bukoswski. <br /><br />Joseluhttps://www.blogger.com/profile/09447569724597290732noreply@blogger.com